(Resumen del texto publicado en el ‘Nuevo libro blanco de la ilustración gráfica en España’ [FADIP, 2012],
basado en la ‘
Guide to Commissioning’ de la AOI)

Para contactar con el ilustrador

  • Compruebe la disponibilidad del ilustrador para asumir un nuevo encargo.
  • Especifique cuáles son sus plazos, además de algunos detalles del trabajo
  • Si la llamada se basa en haber visto un trabajo suyo en concreto, dígaselo, ya que le permitirá comprender mejor qué es lo que está buscando exactamente.

Para describir la ilustración que necesita

  • El ilustrador precisará información técnica (tamaño de impresión, si es en color o blanco y negro, el espacio para la tipografía, etc.).
  • Si es necesario, sea específico acerca de los medios de ejecución si un ilustrador trabaja en diversos estilos.
  • Si necesita una imagen concreta, comuníqueselo con la mayor precisión posible al ilustrador, para reducir al mínimo la posibilidad de interpretaciones erróneas. También ayudará cualquier material visual que se pueda proporcionar para este fin.
  • Indique si el proyecto está abierto a la interpretación del ilustrador. Defina todas las restricciones existentes desde el principio. Si rechaza algún boceto, asegúrese de comunicarle las razones del rechazo, junto con las sugerencias para mejorarlo. El ilustrador puede exigir el pago de un precio adicional si se solicita un número de bocetos mayor de lo previsto originalmente.
  • Marque la fecha límite para el trabajo finalizado y para la entrega de bocetos. Dele también una indicación del tiempo necesario para la aprobación de los bocetos. Los días de espera por la aprobación de un dibujo pueden afectar seriamente al tiempo asignado para la ejecución de la obra acabada.

Para solicitar una reunión

  • Considere el propósito de una reunión con un ilustrador y tenga en cuenta que fácilmente podría hacerle perder a este un día de trabajo. Por lo general, los proyectos, las muestras del porfolio y otro material visual se pueden comunicar de manera más eficiente a través de transmisión electrónica.
  • En la organización de una reunión entre el artista y el cliente asegúrese de que el ilustrador está informado de lo que se espera de su presencia (presentar su porfolio, hablar sobre ideas, etc.).
  • Si se necesita más de una reunión para el trabajo, el ilustrador puede cobrar ese tiempo como gastos adicionales.

Para pedir un presupuesto

  • Dado que la ilustración se presupuesta de acuerdo con los usos que se le van a dar, para llegar a un precio el ilustrador necesita detalles de cómo y dónde se va a utilizar la obra terminada, y durante qué período de tiempo se va a utilizar. En caso de que se prevean diferentes usos, o distintos territorios, el ilustrador necesita saber:

— una lista de usos previstos (folletos publicitarios, anuncios en prensa, en el punto de venta, etc.);

— área de uso (zonas del mundo o una lista de países individuales;

— período de uso; por lo general de 1-2 años para trabajos de publicidad y diseño.

  • Si usted tiene un presupuesto específico, ahorra mucho tiempo y energía comunicarlo por adelantado. El ilustrador puede responder si puede o no trabajar por el precio previsto. No ofrezca al ilustrador menos de lo que su presupuesto le permita. Existe un deterioro real en las tarifas, que está haciendo de la ilustración una profesión cada vez más difícil de sostener.
  • No espere un presupuesto inmediato de un ilustrador para un trabajo. Los encargos a menudo son muy complejos y el ilustrador necesita algún tiempo para considerar los diversos aspectos. Las asociaciones aconsejan a sus miembros evitar dar cifras aproximadas por teléfono.
  • Es razonable que el ilustrador pida presupuesto adicional para los gastos necesarios que se salgan de lo habitual, como puede ser tener que viajar a un lugar específico. Del mismo modo puede pedir una tarifa especial por rapidez, si el trabajo se precisa en un período de tiempo inusualmente corto.

Documentación

  • Es del interés tanto del cliente como del ilustrador que exista la debida documentación por escrito de las obras por encargo, con el uso de un contrato de cesión o un formulario de aceptación del encargo que detalle todas las condiciones acordadas.
  • Evite pedir a un ilustrador que firme un contrato que asigne la cesión de todos los derechos de autor en exclusiva al cliente sin antes acordar un precio para tales usos.
  • En la gran mayoría de los casos, una cesión parcial (licencia) es la forma más adecuada de otorgar al cliente los derechos que necesita. El ilustrador mantiene los derechos de autor y otorga al cliente una cesión apropiada para el encargo. El contrato especificará el período de uso, el territorio y el tiempo, y la exclusividad en esas condiciones para el cliente durante el tiempo especificado.

Si el trabajo se rechaza o se cancela

  • Cualquier problema detectado en el estilo o en el contenido de la obra debe ser transmitido al ilustrador lo más rápido posible.
  • Si no está satisfecho con la calidad de la obra (es decir, está muy lejos de la calidad que se ve en las muestras del ilustrador) y tiene que rechazarlo, tenga en cuenta que el ilustrador estará en su derecho de aplicar un porcentaje al precio acordado inicialmente, que variará del estado en que se encuentre la realización del trabajo en el momento del rechazo. Dichos porcentajes deberá haberlos pactado con el ilustrador con las demás condiciones del encargo.
  • Si el encargo se cancela por causas ajenas al ilustrador, igualmente el ilustrador podrá cobrar un porcentaje (que deberá pactar también con el resto de condiciones) sobre el precio acordado; no obstante, el ilustrador podrá exigir la totalidad del precio en el caso de que la cancelación sea a la entrega del trabajo terminado.

La obra finalizada

  • Hoy en día, el trabajo final puede entregarse de múltiples formas. Asegúrese de transmitirle al ilustrador su método preferido de entrega y confirme la recepción con un simple correo electrónico o una llamada.
  • Si se requieren alteraciones, el ilustrador puede cobrar una tarifa extra por hacer cambios significativos que no estaban en el proyecto original; sin embargo, el ilustrador no cobrará un precio adicional por las alteraciones que sean culpa suya, ni por alteraciones insignificantes.
  • Salvo acuerdo en contra, el original pertenece al ilustrador. Asegúrese de devolvérselo en perfectas condiciones.