Tags: ilustración, industria, producción gráfica, imprenta, publicidad
Haciendo un ejercicio de arqueología de la ilustración coruñesa y atendiendo a trabajos que fueron editados por primera vez en la ciudad, encontramos datos relevantes y de gran importancia para el desarrollo de la profesión a nivel local. Habría que excavar en los albores del siglo xx, especialmente en las dos primeras décadas, para hallar pruebas tangibles. Fue en este periodo histórico donde crecieron empresas de producción gráfica como Imprenta y Fotograbado Moret, Litografía e Imprenta Lorman, Fotograbado Ferrer y Litografía e Imprenta Roel. Esta última estaba en la avenida de Fisterra, frente a la antigua localización de la fuente de Santa Margarita, y fue un centro de producción de publicaciones periódicas, libros y cartelería en un momento de gran demanda de la ilustración gráfica; por ella pasaron obras de grandes nombres gallegos del panorama internacional durante el modernismo, como por ejemplo Federico Ribas Montenegro, ilustrador vigués conocido por sus colaboraciones en la revista Blanco y Negro. Probablemente fue también el lugar en el que otros autores locales pioneros de la profesión perdieron su nombre en el olvido con el paso de las décadas entre las desaparecidas ruinas del edificio.
La empresa albergó la producción de las diferentes variantes del grafismo, como el humor gráfico, la caricatura o la ilustración editorial, y como destacado de ese tiempo tenemos a Álvaro Cebreiro, una firma artística con fuerte implicación política, colaborador de revistas como la emblemática Nós: un referente indudable de la caricatura gallega. Carlos Maside es otro ejemplo destacado de ilustrador y dibujante que captó la tradición costumbrista gallega, reconocidamente influenciado por el expresionismo alemán y la estampa japonesa.
Sin duda alguna, uno de los datos más destacados de este breve viaje a los orígenes de la ilustración editorial en la ciudad es el de encontrarnos con algunos de los primeros dibujos de Castelao en la cabecera Coruña Cómica, editada en Roel en la segunda década del siglo xx. Era una suerte de publicación destinada al público infantil de ámbito local. De esta revista sabemos que vieron la luz seis números. Publicó Castelao en ella allá por el año 1914. El último número de esta iniciativa editorial fue un poco más oscuro que los anteriores: cambió la cabecera habitual por la de Coruña Fúnebre, haciendo gala del humor negro y la ironía cortante propia de una ciudad que se hace llamar de cristal. La portada de ese último número, reproducida en estas páginas, bien podría ser el germen de la cubierta de este libro, donde la calavera de Gerión, extraída del logotipo municipal, cambia los fémures que la acompañan por herramientas de dibujo, recordándonos que el pasado de la ilustración gráfica coruñesa está más presente que nunca, descontado el cartelismo, tan importante en la época y pieza fundamental de la ilustración publicitaria. Todo esto es una prueba evidente de que la ilustración era ya en esta época un oficio con intención industrial gracias a la implantación de las nuevas técnicas de impresión industriales entre los ilustradores coruñeses.
